El creciente número de casos de coronavirus, la incertidumbre sobre la llegada del día en que todo vuelva a la normalidad, la enfermedad que toca cada vez más de cerca. Desde la llegada de la pandemia y con el correr de los meses, las personas fueron pasando distintas etapas relacionadas al virus. Primero parecía muy lejano, luego se acercó y comenzó a enfermar a conocidos, ahora la mayoría conoce a alguien que haya fallecido a causa del virus.
El panorama no parece alentador y las restricciones no ayudan psicológicamente a la gente que parece ya no aguantar esta situación. Ahora más que nunca hay que mantenerse fuertes, sobre todo, de la cabeza.
La pandemia puede llevarte puesto, pero no sólo con la enfermedad sino también con las secuelas que deja incluso en las personas que no contagia. Nos referimos a lo emocional y a psicológico que se ve directamente afectado. Hay varias formas de fortalecerte en ese aspecto, pero lo primero es reconocerlo y no dejarte llevar.
La meditación es uno de los caminos que pueden alentarte a tranquilizar la cabeza, a que el cuerpo baje un cambio y a reconocer lo que pasa dentro tuyo. Es que, según afirman los especialistas en la materia, si aprendemos a respirar conscientemente, podemos controlar nuestras emociones y evitar que ellas nos manejen.
¿Cómo empezar a hacerlo? Buscá un tiempo para vos, un momento del día en el que puedas conectarte y nadie te interrumpa; sentate en el espacio que te sientas más cómodo; cerrá los ojos y llevá tu cabeza a al lugar que te dé tranquilidad; no pienses en nada, sólo concéntrate en la respiración y dejá la mente en blanco. Mantenelo unos minutos y comenzá tu rutina.
La actividad física, la comida saludable, el respeto por las medidas sanitarias y el fortalecimiento del cerebro son algunas de las claves para sobrellevar esta pandemia. No dejes que el contexto y las emociones te controlen.